sábado, 14 de febrero de 2009

Reflexión

Gente patética hay en todas partes. Uno se la cruza todos los días en uno u otro sitio, asi que no me asombra encontrar un personaje así en el hospital que es un lugar donde abunda ese tipo de gente y peor aún.
Lo que no puedo entender y que me tiene masticando el asunto hace un par de días es porque respondí de esa forma. Porque me puse a darle explicaciones y, de esa forma, convalidé su intromisión.
Lo primero que tendría que haberle respondido y además, lo más lógico hubiese sido simplemente "Que te importa".
No lo hice... Porque no lo hice?
A ver... pensemos...
Me sentí invadida y en un tema que no quiero compartir ni siquiera con mi familia (aunque ya lo hice). Invadida en un espacio muy exclusivo. En un tema muy nuestro.
Creo que necesitaba tirar la pelota afuera. Supongo que necesitaba sacar su mirada de ese lugar. Necesitaba expulsarla de ese espacio.
Me parece que responderle: "que te importa", era cerrarle la puerta en las narices (cosa que bien se merecía), pero abrirle la puerta a las especulaciónes y aumentar su curiosidad.
La explicación que le di, desvió su atención. Le asesiné el chisme. Después de todo, un control ginecológico no es la gran cosa.
Preservé nuestro sueño de miradas extrañas. Pero convalidé su invasión.
Fue como dejar que entre sin permiso a mi casa y mostrarle el jardín para que no vea el dormitorio.
Aprobé la invasión. Fue como decirle: "Todo bien...manejate como quieras...entrá a tu antojo cuantas veces quieras..."
y eso... definitivamente, me molesta.
No me molesta ella... me molesta como lo manejé yo... me molesta y me incomoda haber dejado la puerta abierta para futuras invasiones... porque ahora no se como cerrarla.

1 comentario:

Madres Lesbianas dijo...

Veamos: el no saber qué hacer ni qué decir ante una cosa así,máxime si eres una persona educada es totalmente lógico.
El tener que salir del armario contínuamemente supone un esfuerzo por nuestra parte tremendo y todas tenemos homofobia interiorizada fruto de la educación que no han dado.Encima del mal rato ahora no te sientas culpable,sólo faltaría.
A veces resulta inevitable pensar en qué tendríamos que haber dicho o la fresca que tendríamos que haber soltado pero ya está,eso pasó y no vale la pena seguir pensando.
Disfrutar de todo el proceso que es largo y no dejeis que nadie empañe vuestra felicidad.
Besitos a los dobys.